FIC IRINA '50 Sueños de Verano' Relato No.1 "Obsesión"

Esta es nuestra SORPRESA MAYÚSCULA 
que les tenemos reservada.. 
REGRESAN LOS FICS DE IRINA, 
esperamos que les gusten los nuevos fics que les tenemos reservados... lean primero este FIC 1 y luego lean el post que esta abajo de éste para que tengan mas información al respecto

FIC-IRINA  50 Sueños de Verano'

RELATO NO.1 "Obsesión" 

por Irene Mendoza

Aviso sobre los FICS, sobre todo dirigido a las chicas más  
jóvenes  que nos leen ya que aparecerá contenido sexual explícito, con 

palabras y situaciones (Lemons). Personas impresionables fácilmente

 y de mente no abierta dejamos a vuestra conciencia la decisión de leerlo o no 

Capitulo I. Obsesión.

Es fácil perderse en esos ojos azules, muy fácil. Imposible no hacerlo. Ocurre sin querer. Ojos grises azulados, muy grandes, enormes, que miran de frente y dejan entrever cada emoción sincera. 
Me mira desde la pantalla del ordenador desde hace casi cuatro años y disuelve mi hastío o mi mal humor diario con esos hermoso ojos limpios, de largas pestañas rizadas.

Me pierdo cada día aposta(adrede), con toda la intención, sin pensar y recupero la calma por un rato. Suele ser por la noche, sola en el salón. Es mi momento. El y yo solos. Rob y yo.

***

Últimamente mi obsesión (porque así se le llama a lo que me ocurre) se ha multiplicado por mil y ya no puedo pasar un solo día sin entrar en internet para saber de él, sin echar mano de mis fotos, de los videos. Sí, son mis fotos. 
Las guardo como un tesoro en un pen-drive con capacidad para condensar cada gesto, cada mirada de ese hombre hermoso, en un lugar secreto que solo yo conozco.

Os doy un ejemplo de lo Robsesionada que estoy: Tengo una marca en la pared hecha por mí con su altura señalada, 1 metro 85, y la miro de vez en cuando imaginándome lo alto que es y por donde le llego. Hasta ahí alcanza mi obsesión. En mi casa nadie sabe de esa marca insignificante que casi no se percibe pero que está ahí solo para mí. Sonrío a veces al pasar cerca.

El es mi secreto y eso lo hace más excitante, como si fuese mi amante imaginario.

Siempre pensé que con el paso del tiempo remitiría esta obcecación que sufro, mejor dicho, que disfruto pero no ha hecho más que incrementarse más y más.

El otro día algo debió de pasar, la confluencia de varios planetas o la luna azul de este mes de agosto tan tórrido. Todo se desbordó. Creo que parte de culpa la tuvo E. L. James y su trilogía erótica, cuya lectura me ha ocupado gran parte de este extraño verano. También mi insomnio estival es culpable.

Es lunes 13 de agosto y me he pasado todo el día con el ordenador encendido, así,  echando humo para no perderme cualquier tweet o foto, lo que sea pero Rob sabe escabullirse perfectamente. Años de experiencia. Y hasta la madrugada no hubo noticias desde N. Y.

Hacia la media noche una fotografía de un coche negro enorme con los cristales tintados anuncia que Rob ha llegado a los estudios de televisión para la entrevista en The Daily Show. No se le vio bajar del vehículo. Sin concesiones.

Ya de madrugada los chats bullían de emoción con las primeras fotos de Rob llegando a la premiere de Cosmopolis en el MOMA. T.T. mundial, histerismo on line.

Son 6 horas de diferencia con N. Y. pero no me importa. Aquí estoy en la soledad de mi salón, en mi sofá, con mi portátil y las ventanas abiertas de par en par debido a la ola de calor que asola el país. 26ºC en la habitación y ya es de madrugada. Estoy sofocada. No hay link para el evento pero las fans no perdonan.

¡Ahí está Rob! Barba de un par de días, mucho más delgado, algo bronceado, nervioso pero sonriente, valiente y sobre todo sexy a más no poder. Yo babeo viéndolo enfundado en ese traje azul de Gucci que le queda como un guante. Está más atractivo que nunca.

Fotos y más fotos, decenas y decenas que a medida que aparecen voy guardando compulsivamente a pesar de que cierta modorra comienza a hacer acto de presencia. Hoy no quiero dormir, quiero quedarme, aguardar a que salga del estreno para ver más fotos de él, para admirarlo, contemplar cada gesto suyo, cada movimiento, cada mirada. 

Decido esperar al programa de televisión, 11:30 en N. Y. y 5:30 en España. Son las 2:30 de la madrugada. Hace calor y me vence el sueño delante de la pantalla, cierro los ojos y veo los suyos, esos ojazos grises, felinos, que me observan fascinadores. Vuelvo a abrirlos un momento. Quiero estar despierta pero no lo consigo y lentamente me sumerjo en mi sueño.

* * *

En mi sueño tengo puesto un espectacular vestido de noche palabra de honor de satén negro. Se me pega al cuerpo como un guante. Me miro en un gran espejo que adorna el hall de la inmensa habitación y no puedo evitar una exclamación de asombro. 

Me asusto, sé que es mi voz, al menos suena como la mía pero aun  no  me creo lo que veo. Mi cintura y mi trasero han vuelto a ser lo que fueron hace años. Parezco Gilda pero sin sus famosos guantes. 

Toco mi cara sin rastro de las marcadas ojeras que siempre me acompañan. Estoy… espectacular, como… como si tuviese 25 años de nuevo. 

Miro a mi alrededor, estoy en una habitación preciosa, con su inmenso salón exquisitamente decorado. Parece la suite de un lujoso hotel. 

Me tambaleo sobre mis zapatos de tacón de aguja de suela roja, unos Louboutin y me acerco a la ventana de una enorme terraza. Desde el amplio ventanal observo la ciudad de N. Y. Sé que estoy en Manhattan, con la ciudad a mis pies. Veo sus luces, escucho sus sonidos amortiguados por los espesos cristales pero algo me distrae. Noto un movimiento en el ambiente, una presencia, electricidad estática. Alguien se acerca pero no me doy la vuelta. Oigo sus pasos sobre la madera oscura, quiero volverme pero no lo hago.

No sé por qué pero en mi sueño sé que es él quien camina hacia mí y un escalofrío de excitante impaciencia recorre mi espalda. Es Rob. Sus pasos se aproximan, le traen hacia mí. Se para. Lo siento a mi espalda. No sé cómo pero noto su calor. Está muy cerca, casi rozando mi cuerpo inmóvil. El instante se hace eterno. Escucho su respiración tranquila. 

Finalmente me toca, solo con la yema de sus dedos, roza mis hombros y desliza sus finos dedos por mi cuello. Aguanto la respiración y cierro los ojos. Oigo como suspira profundamente y de pronto escucho su voz. Sé que es un sueño porque comprendo todo lo que él me dice. Sé inglés a la perfección. Es su voz. Esa preciosa y adorada voz, la voz de Rob.

* * *

- Aquí estamos – dice Rob susurrando en mi pelo -. Una gran noche pero tenía ganas de llegar al hotel.

Me sujeta por los hombros mientras me habla. Luego me coge por la cintura y me aprieta con fuerza mientras deja descansar su barbilla en mi hombro.

-       Yo también – respondo en voz baja.

Y sé que es así, que adoro N. Y. y que estaba deseando estar a solas con él. Es mi sueño y por alguna extraña razón sé de qué me habla. Sé que hemos llegado de algún evento o estreno y que ya habíamos estado antes en este mismo hotel. Y si no es así no importa, solo sé que está conmigo, que estamos solos.

-       N. Y. te encanta – dice suspirando suavemente en mi cuello. Me retira el pelo a un lado y pasa su nariz por mi piel inhalando profundamente -. ¡Qué bien hueles!

Su voz es embriagadora. Cierro los ojos de nuevo. Sé lo que va a pasar, lo que vamos a hacer y me derrito de gusto al imaginarlo. El corazón me late tan fuerte que retumba en mis oídos. No me atrevo a darme la vuelta. Le dejo acariciarme, no hay prisa. Quiero que estas deliciosas sensaciones que él me provoca se prolonguen. Rob continúa aferrado a mi cintura y aprieta su cuerpo contra mi trasero. Quiero que me hable, que siga haciéndolo. Respiro con fuerza. Una suave música de jazz comienza a sonar.

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       Rob… - susurro casi sin voz.

¡Le he llamado Rob, lo he hecho! No puedo creerlo.

-       ¿Qué? – susurra también sin dejar de acariciarme la cintura, el vientre.

-       Háblame.

Posa sus labios cálidos y suaves en mi nuca, sujetando mi pelo para acceder a mi cuello y besar lentamente toda su largura. Me estremezco.

-       ¿Qué quieres que te diga? – noto como sus labios sonríen sobre mi piel.

-       Lo que quieras pero déjame oír tu voz.

-       No sabía que te gustase tanto escucharme – ríe en voz baja.

-       Me encanta – jadeo.

-       Eres preciosa – me susurra al oído -. Te deseo.

-       Y yo a ti. Mucho.

Y realmente es así. Me siento hermosa, venerada por sus suaves manos. Aprieta mi cuerpo contra el suyo, posesivo, excitado ya.

Me inclino hacia él y giro mi cuello en busca de sus labios. Alcanzo su boca. Su lengua llena la mía y yo la acepto gustosa, saboreándola. No puedo creerlo. Sé que es un sueño pero parece tan real…Siento su aliento, su saliva mezclándose con la mía, sus respiración agitada, cada vez más rápida. Quiero volverme y tocarle, mirarle pero tengo miedo de despertar y que todo se desvanezca.

-       No te vuelvas todavía, espera – dice con voz ronca.

Sus grandes y fuertes manos me detienen. Mi cuerpo obedece pero mi mente se rebela. Le deseo ahora. ¡No puedo esperar! Jadeo mientras me baja la cremallera lentamente. El vestido cae al suelo dejándome desnuda ante sus ojos. Porque en mi sueño no llevo ropa interior y sé que a Rob le gusta que no la lleve y que lo he hecho a propósito.

* * *

En mi sueño me doy la vuelta sintiéndome muy joven, hermosa, segura de mi misma y me topo con sus ojos grises que me miran llenos de deseo, clavándose en mi cuerpo desnudo. Sus ojos entornados, la boca entreabierta, yo desnuda y él vestido todavía. Sus ojos me recorren y yo me acerco a su cuerpo todo lo que puedo con la intención de desnudarle. Se quita los zapatos.

-       Déjame quitarte la ropa – le digo.

Levanta las cejas haciéndose el sorprendido. Se ríe como un niño y mi interior se contrae con ese delicioso sonido. Yo también rio contagiada por su risa.

Primero le suelto la corbata, tiro de ella sonriendo con picardía hasta que se la quito y la lanzo al suelo. El me devuelve una hermosa sonrisa de medio lado y se deja hacer. Le quito la chaqueta mientras le miro. Le tengo muy, muy cerca, casi rozo su cuerpo con mis pechos. Es guapísimo y es mío. Por lo menos mientras dure mi sueño.

Voy soltándole los botones de la camisa dejando al descubierto su pecho. Estoy ansiosa y mis manos no aciertan a la primera. El se ríe. Le acaricio el suave vello con mis dedos de uñas rojas perfectamente arregladas. Rob respira profundamente y cierra los ojos. Paso a ocuparme de sus pantalones. Se los desabrocho con rapidez y se los bajo junto con sus boxers dejando a la vista una magnífica erección. Es mi sueño pero aun así me ruborizo. El vuelve a abrir los ojos, me mira con deseo y se muerde el labio inferior aspirando el aire entre los dientes. Ambos estamos ya desnudos. Hago el gesto de agacharme para intentar quitarme mis carísimos Louboutine pero Rob me detiene.

-       No, déjatelos puestos. Solo los zapatos – susurra con su voz más grave y sexy y mi vientre se tensa sin remedio.

Me toma de la mano y me lleva hasta la habitación. Llego a su hombro gracias a los altísimos tacones. Caminamos sin dejar de mirarnos. Me quedo tras él para poder apreciar mejor su anatomía. Rob es muy alto y su espalda muy ancha, llena de lunares. De camino a la cama me deleito admirando su cuerpo. Me encanta su cuerpo. Es delgado pero fibroso. La espalda llena de lunares y los brazos musculosos, sus piernas fuertes y su culo… perfecto. 

Pienso en tocárselo y en que tiene que ser duro al tacto. Me divierte ese pensamiento tan pervertido y sonrío. El mira hacia atrás y al verme sonreír me toma por la cintura, me besa con pasión, muy fuerte y después me suelta, dejándome temblorosa y sin aliento. Es apasionado, no cabe duda. Casi no puedo respirar. Se pone detrás y yo camino frente a él, sin dejar de mirarle, de espaldas a la cama hasta que mis piernas se topan con ella y me dejo caer boca arriba. Alcanzo su mano, tiro de ella y Rob se deja caer sobre mí. Siento su cuerpo encima, todo su peso y su calor sobre mí y me encanta. Nos reímos y las sacudidas que nuestras risas provocan en nuestros cuerpos hacen que comencemos a movernos buscándonos para juntarlos.

Tengo la extraña sensación de que él y yo hemos hecho esto más veces, de que estamos cómodos con nuestros cuerpos, que conocemos nuestros gustos y apetitos mutuos. Acaricio su torso y voy bajando mis caricias hacia su vientre. Aspira con fuerza, se tensan sus músculos y frunce el ceño un poco. Sus pupilas se dilatan al posarse en mi boca, en mis pechos. Me mira, no nos movemos, le miro y jadeo. De pronto, lentamente sus manos comienzan a surcar mi cuerpo, expertas, sin dudas. Me conoce, está claro. No sé cómo pero es así. Ya respiro entrecortadamente. Parece todo tan real… Es una locura. Soy consciente de que es un sueño y sé que para Rob no pero para mí es la primera vez con él y me muero de ganas.

* * *

En mi maravilloso sueño las manos y la boca de Rob me recorren entera. Comienza a besarme cada vez con mayor intensidad, a lamerme con ansia. Su boca se afana con mis pezones y yo me acelero de tal manera que me pongo a gemir.

-       No tenemos prisa, preciosa – susurra en mi vientre.

Va bajando su boca hasta alcanzar mi zona más íntima. Yo tiemblo y me arqueo ansiosa. Me acaricia el sexo, se adentra en mis pliegues y gruñe excitado justo antes de alcanzar mi clítoris con su lengua.

-       ¡Ah… Rob! – jadeo con fuerza.

-       ¿Qué? ¿Qué quieres? – susurra mirándome con sus dulces ojos grises muy abiertos.

-       Házmelo. Quiero… que me ames – me atrevo a pedir.

-       Tus deseos son órdenes para mí – sonríe lujurioso.

Se incorpora y se pone de rodillas frente a mí, Surca mis muslos con sus manos y los separa para colocarse entre ellos. Le observo asombrada y extasiada a la vez. Es tal como me lo imaginaba, hermoso y sensual en toda su plenitud. Y lo mejor de todo, parezco excitarle mucho. Quiero que me sacie. Me toma por las caderas y me acerca a su cuerpo con los tacones puestos. Lentamente me penetra y yo le dejo llenarme, dilatándome por completo para él. Comienza a moverse y mi cuerpo con él, al unísono, al compás de la sensual música de jazz. Es perfecta para nuestro ritmo amoroso.

El placer se afianza en mis entrañas, suavemente primero, lento pero implacable. Rápidamente se incrementa. Nos miramos, nos gustamos, nos deseamos, nos amamos, nos pertenecemos, aunque solo sea en sueños.

Ambos llegamos juntos, estallando en un potente y prolongado orgasmo. Todo termina entre fuertes jadeos y agudos gemidos, entre sonrisas y caricias cada vez más suaves, hasta que nos dormimos exhaustos y abrazados.

Sé que estoy dormida, quiero estarlo, quiero seguir durmiendo, seguir soñando, soñar con Rob.

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Esperamos que les haya gustado este Relato Y QUE HAYAMOS CUMPLIDO SUS EXPECTATIVAS SIN DEFRAUDAR.... 
Irina esta de vuelta (y Elena también con la recreación je, je)

No tenemos fechas, ni horarios fijos de publicación aún, en un inicio lo mas probable se publique 1 Fic por semana y en lo sucesivo dependiendo de la aceptación se verá si se publican más.  Al Staff nos complace mucho que tengamos mas lectores asiduos de este gran relato escrito por nuestra talentosa Escritora Irina, de igual forma los invitamos a comentar y participar cuando lo deseen, ya que nos gusta platicar e interactuar con uds.

LEAN EL POST QUE ESTA DEBAJO DE ESTE POST PARA QUE TENGAN MAS INFORMACION AL RESPECTO DE LOS FICS.